Inspirar para transformar
El pasado viernes, 24 de Marzo, tuve el privilegio de asistir en Madrid en el auditorio del COE, Comité Olímpico Español, a la Gala por los 100 años del nacimiento de la Real Federación Española de Hockey (RFEH). Fue un acto entrañable, innovador y muy emotivo, pero también fue una noche de encuentro, de reconocimiento y de agradecimiento a todas las personas que, a lo largo de 100 años, hemos contribuido y disfrutado de este maravilloso deporte. Allí nos encontramos personas de todas las generaciones, desde algún jugador octogenario hasta algunos niños que empiezan ahora a descubrir e iniciarse en este deporte. Allí pudimos disfrutar de un audiovisual espectacular que nos ayudó a ser conscientes de lo que el hockey ha sido en estos 100 años recorridos. Allí compartimos recuerdos, experiencias, momentos mágicos… que este deporte nos ha regalado con jugadores, entrenadores, árbitros, directivos… de todo el territorio nacional. Fue maravilloso ver cómo la diversidad se aunaba en torno a un mismo objetivo: celebrar nuestra historia.
Me siento muy orgullosa y agradecida por haber formado parte de este deporte durante muchos años, porque este deporte, el hockey, a pesar de ser muy minoritario en nuestro país, de contar con escasos recursos, de carecer prácticamente de visibilidad… más allá de sus extraordinarios éxitos deportivos en JJOO, Campeonatos del Mundo y Europeos, posee en su esencia lo más noble a lo que el deporte puede aspirar: unos valores que lo hacen grande, muy grande. El trabajo en equipo, el esfuerzo, la humildad, el espíritu de superación, la resiliencia, la amistad, la pasión, la generosidad… son solo algunos de ellos que, a pesar del tiempo transcurrido y de los desafíos a los que se ha enfrentado y se continua enfrentando, siguen estando vivos y bien activos.
Y de ahí nace mi reflexión de este post. En mi opinión, nuestra sociedad de hoy está enferma en muchos sentidos, ¿qué argumentos tengo para pensar algo así? Pues porque tenemos muchos jóvenes confundidos y desorientados, porque realizamos unas actividades profesionales, en muchas ocasiones, estresantes y desbordantes, porque vivimos con una desigualdad preocupante, una corrupción desenfrenada, una enorme crispación en el ambiente… Estas son algunas de las razones por lo que pienso que nuestra sociedad necesita “sanar" para continuar progresando y evolucionando con armonía, buena convivencia y bienestar. Así pues, nuestra sociedad necesita desarrollar, impulsar y potenciar deportes como el hockey, por ser un lugar al que mirar y por ser fuente de inspiración en valores. Para finalizar, quiero arengar al hockey y hacernos también co-responsables de lo que está sucediendo, con esta pregunta: ¿qué nuevo paso podemos y queremos dar “los del hockey” para contribuir en la salud de nuestra sociedad? Desde aquí quiero enviaros a todos los que hemos formado o formamos parte del hockey, un cariñoso abrazo.